Las ofertas de juegos de azar en línea florecen en Internet y un gran número de e-mails no solicitados y de ventanas pop-up pesadamente insistentes le invitan a tentar suerte. En un contexto donde el incentivo de la ganancia y la promesa de un enriquecimiento rápido, no pertenecen más al solo monopolio de la Francesa de los juegos, actividad regulada en Francia de una manera casi sagrada, ciertos sitios hacen fortunas. Comenzando por los sitios de apuestas en línea, de los que hicimos mención del tema en una entrevista de Stéphane Diagana, pasando por aquellos de póker o juegos de cartas, nada va más.
Sin embargo, como lo subraya la Abogada Murielle-Isabelle Cahen, especialista del Derecho de las Tecnologías de la Información, de la Comunicación y del Derecho de la Informática, esta actividad es ilegal.
¿Cuáles son los riesgos que se corren en los sitios de esos Casinos ilegales ? ¿Cuál es la legislación francesa en la materia ? La Doctora Murielle-Isabelle Cahen nos aclara los pormenores de tales prácticas.
Sam Syamak Bavafa Para Domainews.fr / Domaine.info
Un casino, según la legislación francesa, y más precisamente, según la ley del 15 de junio de 1907 y del 5 de enero de 1988, no puede ser abierto legalmente más que con el acuerdo del Ministerio del Interior ya sea seguido de un pedido expresamente formulado por una localidad balnearia, termal o climática, sea seguido de un pedido expresamente formulado por una ciudad principal de un conglomerado de más de 500 000 habitantes y que posean una ópera y una orquesta lírica.
Se trata de un primer freno a la implantación legal a los casinos en línea : aquel no podrá, a priori, ser realizado más que por actores supervisados. Sin embargo, la esencia misma de la ley no tendrá más lugar de ser en el caso de tal implantación “virtual”, la red de redes siendo accesible fuera de los límites geográficos fijados por la ley.
Es así, que el acuerdo del Ministerio del Interior no puede ser ejecutado más que para los casinos que ejercen su actividad en locales físicos y no simplemente virtuales. La ilegalidad de tales casinos en Internet no provoca entonces ninguna duda.
No les queda menos que a los muy numerosos casinos que ejercen su actividad hoy en día, que sus servidores tengan bases en Francia o en el extranjero (donde esta actividad, tal vez, esté legalizada), y que numerosos jugadores puedan entonces técnicamente participar allí. No hace falta decir que esos jugadores se arriesgan a reales peligros al participar en tal actividad.
El principal riesgo jurídico es aquel de ser considerado por la ley penal como cómplice (artículos L 121-6 y L 121-7 del Código Penal) de la actividad ejercida por el casino virtual. Sin embargo, el grado y la frecuencia de participación en el juego deben ser de una tal importancia para incurrir en la sanción prevista por la ley del 12 de julio de 1993, es decir, un máximo de 30000 € de multa.
Pero los riesgos principales queda bien entendido, hoy en día, inducidos por la ilegalidad de tales casinos. Los jugadores no tienen efectivamente ninguna seguridad de recuperar sus ganancias, ya que el artículo 1965 del Código Civil no acuerda ninguna acción de justicia por una deuda de juego o de una apuesta contratada en el marco de tal actividad.
El riesgo de tales casinos, es igualmente técnico, no estando sometidos a la verificación de sus algoritmos de ganancias. Entonces usted no tiene la seguridad, al contrario de los casinos físicos, de tener la perspectiva de una real ganancia.
El riesgo jurídico si bien débil para un jugador ocasional, no debe olvidar los peligros que presenta el carácter ilegal de esos casinos virtuales. El jugador no esta protegido por ningún marco jurídico al participar en tal actividad, incluso si el mismo está alojado en un servidor extranjero, en la que la ley no prohíbe la virtualidad de tal actividad. Lo mismo si el servidor es francés : siendo la actividad ilegal, el jugador no podrá ser protegido.
Doctora Murielle-Isabelle Cahen ABOGADO ONLINE